Las palabras están formadas por monemas, que son las unidades lingüísticas más pequeñas dotadas de significación. Distinguimos dos clases de monemas: los lexemas y los morfemas.
Lexemas o signos léxicos
El lexema contiene el significado léxico de la palabra. Así, en gatos, el lexema gat- quiere decir "animal felino doméstico".
Es el elemento básico y constante en la palabra, que se mantiene invariable en la flexión (dign-o, dign-a), la derivación (dign-idad, dign-ificar, in-dign-ar) y en la composición (para-aguas).
En algunos casos, sin embargo, admite variantes e irregularidades:
tierr-a y terr-eno.
Las palabras que tienen el mismo lexema forman una familia léxica:
- justo, justicia, justiciero, justificar, injusto, injusticia...;
- flor, florido, florecer, floresta, floral...
Morfemas o signos morfológicos
Los morfemas contienen el significado gramatical (género, número...) de la palabra: lech-ero, color-es, salt-aban.
Tienen la función de aportar indicaciones sobre la organización de las palabras, las oraciones o los textos:
Clases de morfemas
- en la palabra, nos ayudan a formar los derivados, los compuestos y la flexión (género, número, persona, tiempo...);
- en la oración y en el texto, las preposiciones y las conjunciones son morfemas que marcan las relaciones entre las palabras.
~> Según la forma de presentarse
Morfemas ligados o dependientes, si vienen unidos a otros elementos de la palabra.
~> Según el significado
Así, en desembarcar, tenemos que al lexema -barc se le anteponen los morfemas ligados des- y -em- y se le pospone -ar: des-em-barc-ar.
Morfemas libres o independientes,si forman ellos solos una palabra; por ejemplo, el artículo (el, las...), las preposiciones (ante, con, desde...) y las conjunciones (aunque, pero...).
Los morfemas derivativos sirven para formar nuevas palabras, a partir de un lexema o de una palabra base (por ejemplo, de casa: casero, caserío...; de tierra: desterrar, aterrizar...).
Según la posición que ocupen con relación al lexema, los morfemas derivativos se dividen en:
- prefijos, cuando preceden al lexema (des-cansar, in-cauto);
- infijos (o interfijos), cuando van en el interior de la palabra (hum-ar-eda);
- sufijos, cuando siguen al lexema (moned-ero, arbol-eda).
Los morfemas flexivos están situados al final de la palabra y se conocen también como accidentes gramaticales:
- en el sustantivo y en el adjetivo, estos morfemas son el género (masculino, femenino: gato, -a) y el número (singular, plural: gato, gato-s);
- en el verbo, los morfemas flexivos (o desinencias verbales) expresan valores de modo (indicativo, subjuntivo, imperativo), tiempo (presente, pasado, futuro), aspecto (acción acabada o no acabada), persona y número.
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