El lenguaje natural es el procedimiento más importante que utiliza el ser humano para comunicarse.
Teniendo en cuenta la relación que los mensajes lingüísticos mantienen con los elementos que intervienen en el acto comunicativo (referente, emisor, receptor, contacto, código o el mensaje mismo), se distinguen seis funciones lingüísticas:


Función referencial o representativa

El emisor, mediante la función referencial o representativa, informa sobre un hecho objetivo, sin expresar sus sentimientos ni intentar provocar una reacción en el receptor.

La función referencial manifiesta la relación que se establece entre el mensaje y su referente:
- en la oración Los bomberos sofocaron el fuego se transmite información sobre un hecho o acontecimiento;
- en la oración La princesa está triste se enuncia un estado;

La función referencial es característica de los textos expositivos, descriptivos y narrativos.

Función emotiva o expresiva

La función emotiva o expresiva se utiliza para la expresión de los sentimientos y vivencias.
La función emotiva manifiesta la relación que existe entre el mensaje y el emisor.
Es característica de enunciados exclamativos y desiderativos.

La función emotiva predomina en los textos líricos, pues contribuyen un vehículo a través del cual el emisor (el poeta) nos transmite sus vivencias y sentimientos.

Función fática o de contacto

La función fática tiene como finalidad iniciar, mantener o romper el contacto entre el emisor y el receptor.

La función fática relaciona el mensaje con el contacto entre el emisor y el receptor a través del canal. En una conversación es necesario iniciar el contacto con el interlocutor, mantenerlo y romperlo.

La presencia de expresiones fáticas o de contacto es muy común en los textos coloquiales.

Iniciar el contacto

Para iniciar una conversación, necesitamos "llamar" a nuestro interlocutor (¡Hola!; ¡Camarero!).
El interlocutor suele aceptar el diálogo con fórmulas más o menos conocidas (¡Diga!; ¿Qué desea?).
Si el nivel de confianza no es alto, solemos seguir con expresiones más formales (¿Puedo hacerle una pregunta?).

Mantener el contacto

A lo largo de las conversaciones solemos intercalar incisos en forma de preguntas o de imperativos con el fin de mantener el contacto, es decir, la atención o el acuerdo del oyente (¿Me oyes?; ¿Se entiende?; ¿Me seguís?).
El que escucha suele emitir expresiones destinadas a mantener la conexión, haciendo saber al interlocutor que sigue y entiende lo que le transmite.

Para mantener el contacto en la conversación, solemos ayudarnos de gestos de aprobación y seguimiento emitidos con la cabeza, con la mirada atenta, etc. Por eso, cuando no vemos al interlocutor, como en las conversaciones telefónicas, las expresiones fáticas o de contacto son más necesarias y abundantes.

Romper el contacto

Existen fórmulas de cierre de la conversación (Bueno; De acuerdo; ¡Lo dicho!: Ya te llamo yo; ¡Adiós!...).

Función conativa o apelativa

Los enunciados en los que predomina la función conativa o apelativa pretenden influir de alguna manera en el receptor.
Expresa la relación existente entre el mensaje y el receptor. Esta función aparece en:

- Las instrucciones, manuales de prácticas, libros de recetas, reglamentos...
- las peticiones, ruegos e invitaciones (Te invito al cine; ¿Quieres un café?; Manuel, ven);
- en los consejos y en muchos refranes: A quien madruga, Dios le ayuda; No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy...

Existen algunos géneros y tipos de textos de clara orientación conativa: la publicidad, la propaganda y los textos argumentativos.

Función metalingüística

La función metalingüística permite que las lenguas se refieran a sí mismas.

Esta función expresa la relación que puede existir entre el mensaje y el código al que pertenece la expresión referida.
Es propia de los textos lingüísticos (sin ella no podría existir la gramática o los diccionarios).

Todas las expresiones con función metalingüística han de estar diferenciadas en la escritura del resto de las palabras por algún medio (subrayado, comillas o cursivas).

Función poética

La función poética tiene como finalidad adornar lo que transmitimos para conseguir efectos estéticos o para atraer la atención del receptor.

Esta función hace más atractivos los enunciados; por eso, se dice que relaciona en mensaje con el mensaje mismo.

Muchos de los recursos que vemos en los poemas (verso, rima, metáforas, metonimias...) son manifestaciones de la función poética. Sin embargo, esta función no es exclusiva de la poesía.

En el lenguaje de la publicidad son frecuentes todo tipo de recursos poéticos con el fin de hacer que el eslogan llame la atención y se recuerde con facilidad. Lo mismo ocurre con la propaganda política.


Función Se relaciona con Su finalidad es Predomina en los textos
Referencial El referente y el contexto. Informar sobre la realidad. Expositivos, descriptivos, narrativos.
Emotiva El emisor. Expresar sentimientos y emociones. Líricos
Conativa El receptor. Influir sobre los demás. Publicitarios, propagandísticos, argumentativos.
Fática El contacto de los hablantes a través del canal. Iniciar, cerrar o mantener el contacto. Conversacionales.
Metalingüística El código. Referirse al propio texto. Lingüísticos.
Poética El mensaje. Embellecer la forma del mensaje. Publicitarios, propagandísticos, literarios.


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